En la última década, la tecnología y la innovación han tenido un impacto esencial en cualquier aspecto de la actividad económica, y el sector de los medios de pago no es una excepción. El resultado de esta evolución ha sido un cambio en las expectativas del consumidor respecto a cómo y cuándo realizar sus compras, así como en la percepción de la experiencia de pago por parte de los comercios y la consiguiente entrada en el mercado de nuevos actores y servicios.
La directiva PSD2 busca actuar como catalizador del cambio y la innovación en el sector financiero. Para ello, persigue garantizar una emisión y recepción de pagos segura, que se adapte a las expectativas de los usuarios en términos de comodidad y servicio, y que garantice al mismo tiempo la protección del consumidor.
A priori, los cambios que ha introducido esta nueva directiva pueden parecer enormes pero, en varios aspectos, se trata de una mera adaptación a las últimas innovaciones que han traído consigo las nuevas soluciones de pago. Sin embargo, con los cambios también llegan las oportunidades: el nuevo ecosistema será más competitivo, seguirá evolucionando y generará nuevas soluciones y posibilidades.
Entre otras cosas, la PSD2 regula el open banking, por el cual los usuarios pueden conceder acceso a la información de su cuenta bancaria a terceros, y con ello impulsa la evolución del ecosistema de pagos en toda Europa y lo adapta a la forma en que pagan los consumidores, a la vez que prioriza el refuerzo de la seguridad, la confianza y la facilidad de uso.
Con esta transformación, se están abriendo nuevas posibilidades para los negocios y los consumidores mediante innovaciones como la tecnología contactless, la biometría o la encriptación. Por todo ello, la normativa contribuirá a construir un sector de los pagos más apasionante, en el que bancos, proveedores de pagos y terceros colaborarán y competirán por traer nuevos servicios al mercado.
Además, a medida que más tipos de dispositivos se conviertan en métodos de pago, se va a ir abriendo paso un mundo lleno de posibilidades, y de oferta de nuevos y mejores servicios que no sólo son más cómodos que nunca, sino que añaden unos estándares actualizados en protección al consumidor.
Por otro lado, la clave del funcionamiento de este nuevo sistema reside en que los consumidores puedan acceder a sus cuentas con total tranquilidad. Bien sea para comprobar que pueden afrontar los pagos de una hipoteca o para evaluar la contratación de un nuevo contrato telefónico, los consumidores tienen que poder usar un proveedor tecnológico o incluso que uno de sus bancos les muestre los datos de su cuenta. Por este motivo, es fundamental la existencia de una nueva regulación en áreas como las medidas de seguridad o la autentificación del consumidor.
En este sentido, es vital que se despliegue la mayor seguridad posible para habilitar el desarrollo del nuevo ecosistema de interacciones del open banking entre bancos y terceros. Las empresas del sector estamos trabajando conjuntamente con nuestros socios -bancos y comercios- para construir un ecosistema de open banking seguro, cómodo, que funcione dentro de los nuevos requisitos y que, a la vez, se centre en las necesidades del mañana.
Para asegurar un futuro brillante de los pagos en Europa, es necesario que se produzca una combinación del conocimiento ya existente y de la innovación. Esto no se consigue únicamente al enfocarse en tener fuertes medidas de privacidad o antifraude, que son siempre la base de cualquier nuevo servicio, sino mediante una combinación de nuevas tecnologías y un marco regulatorio estable que impulse la experiencia y la innovación de las soluciones de pago.
Confiamos en que la PSD2 abrirá un abanico de oportunidades que será beneficioso para todos. De esta forma, todos podremos disfrutar de opciones de pago que no solo se ajusten a nuestras expectativas, sino que las superen. No importa si estas transacciones se producen de forma presencial con contactless, mediante plataformas, o a través de nuevas aplicaciones de terceros; mantener este objetivo en mente es fundamental.