Aceptación de medios de pago, pieza fundamental para la reactivación de los comercios
Por: Felipe Rincón
Hablar de aceptación es hablar de inclusión, de sentirnos parte de algo, de saber que somos importantes para otros y que podemos interactuar en la sociedad y en el mercado. A raíz del internet móvil y de las aplicaciones que nos conectan, hemos creado grupos y redes donde aceptamos a otros, y claro, también somos aceptados.
Si nos encontramos con un viejo amigo en la calle, hay una expectativa natural a “quedar en contacto”. Y más tarde es natural buscar a esa persona en una red social y enviar una solicitud de amistad, esperando que muy pronto llegué el mensaje… Juan “te ha aceptado”.
En el caso del mundo financiero y de pago, el “boom” que estamos viviendo con nuevas soluciones de pago como tarjetas, aplicaciones y billeteras, hace que el consumidor tenga una constante expectativa “de aceptación”. Con eso nos referimos, a que los comercios, gobierno y cualquier persona a quien le queramos hacer un pago, haga parte de las redes que nos conectan y que hacen posible realizar pagos electrónicos. Esperamos que quien nos vende algo nos la ponga fácil, y es música para el oído cuando nos dicen: claro que puedes pagar con “X” (el medio de pago que es el que tienes en el bolsillo).
La aceptación se trata de que todos los métodos de pago sean utilizables, lo cual significa, por ejemplo, la posibilidad de pagar con distintas tarjetas o aplicaciones que interactúan con los sistemas de quien nos presta un servicio o nos ofrece en venta algo que necesitamos. En otras palabras, es la capacidad de poder utilizar un medio de pago electrónico en prácticamente cualquier lugar y momento en que uno lo requiera.
Con la pandemia, la aceptación de medios de pago electrónicos se convirtió en un factor crítico para ayudar a superar la compleja situación que ha alterado la vida de todo el planeta. Afortunadamente, el mercado venía en proceso de evolución, y ya desde el año 2020 se presentó un desarrollo clave, como fue la posibilidad de utilizar un solo POS para pagar sin importar el emisor de tu tarjeta, una muy buena noticia que empezó a acelerar los procesos de pago a la hora de realizar un consumo y a la vez a estimular el consumo mismo.
Aceptando esta nueva realidad, en la que la ola digitalizadora nos ha puesto a ya casi dos años de la pandemia, es como muchos negocios han logrado resurgir. Principalmente las pequeñas y medianas empresas, que han tenido la habilidad y el coraje para encontrar soluciones e incluso reinventarse y atender eficientemente a sus públicos.
Las PYMEs se encuentran en una situación en la que constantemente deben aceptar los cambios que plantean los consumidores, la sociedad, la coyuntura, el mercado, la competencia, etc. ¿Por qué? Porque si no lo hacen, no avanzan o el consumidor decidirá optar por otra opción. En este caso, para dicho tipo de comercios, aceptar es avanzar, y no hacerlo, o resistirse a los procesos, podría ser la diferencia incluso entre seguir o no en el negocio.
Según el reporte New Payment Index del 2021 de Mastercard, el 94% de los consumidores de Perú tiene acceso a más formas de pagar en comparación con a esta misma época el año pasado. Esto quiere decir que están buscando medidas alternas al efectivo, el cual ha empezado a percibirse como poco limpio e inseguro en medio de la pandemia. Y esto gana más relevancia cuando hablamos de la reactivación de las PYMEs y emprendimientos, puesto que el 59% de consumidores peruanos evita a los comerciantes que no aceptan pagos electrónicos de ningún tipo y el 81% prefiere comprar con mayor frecuencia a quienes sí ofrecen esa opción.
Es decir, en este caso, aceptar pasa por un proceso de transformación digital podría muy bien beneficiar el desarrollo correcto de un negocio, sobre todo en condiciones de pandemia. Aún más, podría potenciar su reactivación a través de nuevos canales, con novedosos métodos y formas de pago, atrayendo a más clientes y proyectándose ante el mercado con una imagen de comercio innovador.
Como en el caso de las redes sociales, la tecnología nos ha ayudado a estar más conectados y nos ha abierto posibilidades. Algunas personas deciden estar en todas las redes y publicar casi todo lo que pasa en su vida, otras prefieren nunca subirse a ellas. Pero lo cierto es que casi todo el mundo tiene la posibilidad, y en ese sentido hemos avanzado en inclusión y aceptación. Pasa lo mismo en el mundo financiero y de pagos, algunos optarán por mantenerse al margen, pero todos tendrán la opción, si lo quieren, para aceptar pagos electrónicos.
Como hemos dicho antes, aceptar es precisamente avanzar. Y aceptar los cambios en tiempos difíciles, aunque a veces parezca complicado, puede ser nuestra única salida de la incertidumbre. Es hora de empezar a mirar al futuro con otros ojos y ver cómo nos gustaría que sea nuestra participación de este proceso que va creciendo cada día y abarcando más y más aspectos de nuestras vidas.