Creando ciudades inclusivas que nunca duermen, una noche a la vez
3 de agosto, 2022 | POR STEPHANIE BORISEA Andreina Seijas siempre le ha fascinado la noche. Cuando era niña, en Caracas, Venezuela, le enseñaron que la noche era peligrosa para salir. Pero para ella siempre fue hermosa, sobre todo en una capital vibrante como Caracas, donde las calles rebosan de gente que va a los teatros, salas de conciertos y bares hasta altas horas de la madrugada.
Estimulada por la vida de la ciudad, a los 20 años se mudó al Reino Unido para hacer un máster en planificación urbana. Allí aprendió que, en nombre de la seguridad, las ciudades suelen reglamentar la actividad nocturna. A los negocios se les indica cuando cerrar y a las discotecas se las confina a zonas específicas.
Pero Seijas quería liberar la noche.
"Tenemos que ver más allá de la seguridad para mejorarle la vida a todos", dice en una entrevista telefónica desde su hogar actual en Barcelona, otra ciudad famosa por su vida nocturna. "Tiene que haber espacios para interactuar, para socializar, para construir identidad... y para poder implementar todo esto hay que planificar la noche".
Ámsterdam fue la primera ciudad en reconocer el valor de la vida nocturna para la economía y la cultura de una ciudad, y así fue que eligió al primer nachtburgemeester (alcalde nocturno) para abordar de forma proactiva la seguridad, el ruido, el tránsito y otros aspectos de la noche. En los últimos años, ciudades grandes y pequeñas, desde Londres, París y Nueva York hasta la ciudad de Iowa, que tiene 75.849 habitantes, han seguido el ejemplo, y también nombraron asesores para articular el potencial de la economía nocturna con el impacto que ésta tiene en la calidad de vida de los residentes que trabajan de día.
Muchos de estos dirigentes municipales ahora se unen para intercambiar sus mejores prácticas y desarrollar formas innovadoras de sacarle partido a la noche a través de la Red de Ciudades 24 Horas, una iniciativa mundial que lideran Bogotá (Colombia), la ciudad de Nueva York y City Possible, de Mastercard, que reúne a organizaciones públicas y privadas para resolver retos urbanos. La nueva red abordará problemas que van desde el tránsito, la infraestructura y la seguridad pública hasta el desarrollo económico, la vida nocturna y la equidad racial, para garantizar que las economías de las ciudades florezcan durante las 24 horas del día, dice Alby Bocanegra, vicepresidente de Global City Partnerships de Mastercard.
"El desarrollo de las economías de 24 horas es crucial para el crecimiento sostenible de nuestras ciudades, por eso debemos asegurar el apoyo que los establecimientos nocturnos necesitan para seguir progresando y brindando prosperidad a los residentes del día y de la noche", afirma Bocanegra. "La red de ciudades de 24 horas es un ejemplo de debates que se traducen en acciones concretar para y con nuestros socios municipales".
Una noche en Ámsterdam
Al principio de su carrera como experta en política urbana, cuando Seijas presentaba ideas de oportunidades nocturnas a los líderes de ciudades, a menudo se encontraba con miradas incrédulas.
Hasta que, en 2014, viajó a una conferencia en Ámsterdam y conoció a su nachtburgemeester, Mirik Milan. A medida que conversaban, Seijas entendía que el trabajo de un alcalde nocturno es lidiar directamente con los gobiernos municipales, propietarios de negocios y residentes para ampliar la actividad nocturna de forma estratégica y fomentar una economía más inclusiva y vibrante.
"Lo que hacían en Ámsterdam era transformador", recuerda.
El trabajo conjunto de Milan y Seijas culminó con la publicación -en 2019- de un estudio respaldado por Harvard sobre 35 alcaldes nocturnos y organizaciones en defensa de la vida nocturna. Los resultados del estudio reflejan que existe un consenso creciente sobre la necesidad de una administración permanente de la vida nocturna en las ciudades del mundo.
Seijas trabaja ahora como consultora de planificación y gobernanza nocturna para NightTank/IdenCity, ayudando a los gobiernos a elaborar políticas que incorporen la vida nocturna -y los desafíos de seguridad, control del ruido y equidad económica que conlleva- a su visión global de la planificación urbana.
Materializarlo depende a menudo de los alcaldes nocturnos. Milan, por ejemplo, durante su etapa como alcalde nocturno de Ámsterdam, trabajó junto a funcionarios del gobierno para ampliar el permiso de 24 horas a más establecimientos. También distribuyeron licencias de funcionamiento a los barrios situados fuera del centro de la ciudad. La dispersión de los locales fue clave para que otras zonas se beneficiaran de la actividad económica nocturna, además de limitar el impacto negativo que deriva del entretenimiento.
Como resultado, Ámsterdam experimentó un descenso del 20% en casos de violencia relacionada con el alcohol entre 2015 y 2018, según el informe de 2019, y registró 28% menos de denuncias por molestias.
Resultados como estos inspiraron el lanzamiento de la Red de Ciudades 24 Horas.
"La noche es un espacio que necesita ser entendido y todavía es un punto ciego", dice Seijas, que, como Mirik, forma parte de esta red. Mediante el intercambio de experiencias, ella y otros expertos en urbanismo esperan iluminar la oscuridad de las ciudades.