Sostenibilidad

Para preservar las montañas sagradas de Colombia, sigue a sus protectores espirituales

Agosto 3, 2023 | Por Beth Szymkowski
“La pregunta que debemos hacernos es ¿Qué clase de ancestro quiero ser?”, dice un miembro de la comunidad indígena Arhuaco, quien trabajó junto a Priceless Planet Coalition para restaurar más de 700.000 árboles.

Para el pueblo Arhuaco, la tierra es un ser vivo. Los ríos son venas que corren por el corazón del planeta -su hogar- en las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Conforme su ley de origen, su misión es mantener ese órgano vital latiendo. 

Los científicos ambientales llegaron a una conclusión similar. Ubicada en el extremo norte de Colombia, con picos de más de 18.000 pies y a sólo 26 millas de la costa del Caribe, la cordillera es hogar de una vasta concentración de mamíferos amenazados, aves y anfibios. Los glaciares que alimentan los ríos de la región se han derretido en gran medida, y los altos pastizales se están secando. Estos ecosistemas diversos son cruciales para cualquier solución que se busque a la crisis climática.

 Ahora, luego de toda una historia de evitar el contacto con forasteros, los Arhuaco se están asociando con ambientalistas para revertir los efectos devastadores que la colonización, y generaciones de conflicto, minería, desarrollo y cambio climático, tuvieron sobre sus tierras sagradas. Y esto incluye compartir su honda sabiduría sobre la región.

 “La pregunta que debemos hacernos es ¿Qué clase de ancestro quiero ser?”, dice Gunzareiman Villafaña Torres, economista del Cabildo Arhuaco del Magdalena y la Guajira Sierra Nevada, órgano rector del pueblo Arhuaco, quien ha estado desempeñándose como coordinadora del proyecto de restauración.

Una de estas asociaciones es con el grupo ambiental global Conservation International. “Si realmente queremos alinear nuestros objetivos con lo que ellos dicen, creemos que esta es la mejor oportunidad para mitigar y adaptarnos al cambio climático”, explica Kevin Ocampo, gerente de análisis socioeconómico para Conservation International Colombia. 

Junto con Mastercard y el World Resources Institute, CI ayudó a fundar Priceless Planet Coalition, que tiene como objetivo restaurar 100 millones de árboles a nivel global. En Colombia, el trabajo ahora está enfocado en el Proyecto Musesi, que quiere decir “restaurar o reconstruir” en la lengua de los Arhuaco, el Ikʉ

Conservation International originalmente se acercó a los Arhuaco por su fuerte estructura de liderazgo espiritual y política. Son la tribu más grande de las cuatro existentes en la región, con una población estimada de entre 15.000 y 35.000 personas.

 Y mientras los Arhuaco creen que, con tiempo, es la naturaleza misma la que corregirá el daño que le hicieron a sus tierras, el equipo de Conservation International entró en diálogo con sus líderes espirituales, los mamos, para construir una relación respetuosa y para animarlos a acelerar el proceso. Esta relación se basa en la creencia de que los Arhuaco saben qué es lo mejor por naturaleza. Se consideran a sí mismos “hermanos mayores” y poseedores de una sabiduría valiosa para compartir. Conservation International tomó el rol de “hermano menor” con alegría, y sigue su orientación.

Esto quiere decir que los Arhuaco decidieron qué tipos de árboles plantar. Eligieron las áreas que más necesitaban reforestación y protección y a las familias encargadas de cultivar los plantines en el vivero para después trasplantarlos a su destino final en la tierra. 

Conservation International aportó su asesoramiento en cuestiones técnicas, como la logística del proyecto, dijo Ocampo. “Hicimos una evaluación para ayudarlos a elegir las mejores locaciones posibles, para que el proyecto tuviera los mejores resultados posibles.”

A veces, Conservation International proporcionó las herramientas y los materiales para construir viveros o expandir los ya existentes. Brindaron su asesoramiento sobre problemas que surgen en el proceso de cultivo y aportaron bienes y equipos. Ayudaron a garantizar que las familias Arhuaco participantes tuvieran las habilidades necesarias y que el sitio de restauración fuera optimizado para el éxito. Finalmente, 429 familias en 14 comunidades de tres cuencas cultivaron los plantines y plantaron los árboles.

El programa recibió financiación inicial del ministerio ambiental de Colombia. Sin embargo, Priceless Planet Coalition -que cuenta con casi 140 socios corporativos, incluyendo comerciantes con mentalidad sustentable, fintechs y bancos globales que creen en el poder de la acción colectiva para revertir el impacto del cambio climático- ayuda desde entonces a mantenerlo y ha instalado sistemas de monitoreo que permiten a los equipos de Conservation International que trabajan en la región compartir sus logros y sus desafíos.

La iniciativa ya superó su meta de plantar más de 700.000 árboles y ha restaurado 2.500 acres de tierra, pero fue el terreno en sí mismo el que planteó el mayor de los desafíos: a veces, las personas tenían que caminar durante horas cargando los suministros, o ayudándose con animales. En una oportunidad, un técnico que llevaba consigo un reporte de los avances perdió los papeles en la corriente de un río.

“No puedo negar que ha sigo una tarea ardua”, dice Villafaña Torres. “No voy a romantizarlo. Pero fue necesario para abrir nuevos diálogos y para que sirva de orientación para futuros proyectos sobre cómo abordar esto mismo con otras organizaciones.”

El equipo también tuvo que enfrentar barreras idiomáticas entre inglés, español e Iku, dice Ocampo, pero todos superaron el desafío. “Todos quieren aprender. Todos quieren hacer el trabajo. Esto es lo que de verdad importa.”

Contacto de medios

Andrea Denadai, Mastercard